Aprendamos a vivir felices con nuestro crédito
Es evidente que las personas necesitan aprender para vivir felices dentro de sus posibilidades económicas, pues de lo contrario vivirían con la angustia de una impagable deuda. A esta problemática se refiere este artículo, que esperamos sea de tu interés.
Los que se han dedicado a teorizar sobre la problemática de vivir tranquilos y sin deudas, aseguran que tenemos varias formas de hacerlo dentro de nuestras posibilidades. En este artículo centraremos la atención en una de ellas: la adecuada utilización del crédito.
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Es cierto que vivir dentro de los medios o recursos económicos propios, requiere que la persona tenga una preparación para aceptar y conformarse con las posibilidades que le ofrecen sus finanzas. Sin embargo, en la sociedad actual ya esto resulta poco práctico e incluso hasta inseguro.
¿Comprar a crédito o en efectivo?
La compra a crédito ofrece un sinnúmero de ventajas, que las personas pueden y deben aprovechar para disfrutar de las oportunidades que el súper desarrollado mercado de hoy les ofrece.
Por otra parte, sería realmente imposible disfrutar de los productos que hoy se ofertan, muchos de ellos muy costosos, principalmente los que su fabricación se basa en las tecnologías sofisticadas de hoy.
Cómo podría un obrero o un empleado que recibe un salario bajo o medio obtener un automóvil moderno, un TV de alta resolución, un teléfono móvil inteligente o cualquier otro de los tantos productos que hoy se venden a precios muy elevados.
Solo mediante la compra a crédito es posible disfrutar de esos productos que, además de proporcionar comodidades y placeres, satisfacen con creces muchas necesidades de un ciudadano del siglo XXI.
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Entonces la clave está saber hacer una correcta elaboración del presupuesto con el que se cuenta. Pero esta demanda va acompañada de necesidad de enseñar a la población a utilizar su crédito de manera responsable y moderada, de acuerdo con los ingresos y el presupuesto de cada cual.
Esto, que se dice muy fácil en el discurso, depende de muchos factores de índole cultural y formativo propios de cada persona. Además, en un país de oportunidades como los Estados Unidos, en las personas se crean aspiraciones y necesidades de consumir y obtener los productos que mejoren su calidad y condiciones de vida en sentido general.